Un uno por ciento de la población mundial no tiene interés alguno por
tener relaciones íntimas. Una tendencia que crece.
Se llama Lisa Smith y tiene 29 años.
Dice disfrutar de la compañía masculina pero no soporta que la toquen o llegar
a un contacto íntimo. Se quiere casar y busca un marido, con una condición: que
no le guste el sexo. Su confesión pública la convirtió en el centro de los
comentarios: que era lesbiana, que era tan fea que no podía conseguir un
hombre, que era una especie ‘rara’ o, incluso, que estaba enferma. “Yo sé que
será difícil”, reconoció Lisa.
Pero, según estudios, Lisa no es un
caso singular. Un 1% de la población mundial no tiene orientación sexual ni
experimenta deseos, es decir es asexual. La Red de Visibilidad y Educación de
la Asexualidad (Aven), una comunidad virtual para personas que no están
interesadas en el sexo, explican que sus miembros están en aumento y calculan
que desde 2001, cuando se reconocieron los primeros asexuales, el número ha
aumentado en un 5%.
La revista New Scientist publicó
recientemente una investigación que señala que la asexualidad es otra forma de
sexualidad. No es una enfermedad ni tampoco una disfunción; “es otra corriente
más en el universo de heterosexuales, bisexuales, gays, lesbianas”, etc., dicen
los científicos.
Según Mark Carrigan, experto de la
Universidad de Warwick, esta conducta solía confundirse con los trastornos
sexuales o de personalidad. “Antes de que hubiera homosexuales visibles no
existía un concepto de heterosexualidad, igual pasa con los asexuales, que
serían como otra corriente de la sexualidad”, dice, al tiempo que reconoce que
en un mundo tan sexualizado es difícil encontrar a un grupo que esté ajeno al
sexo. “Muchos acceden al contacto sexual por miedo a ser criticados, pero si ya
están saliendo del clóset, pronto será algo casi normal”, asegura.
Anthony Bogaert, de la Universidad de
Brock en Canadá, escribió en el libro Understanding Asexuality, que carecer de
interés sexual va en aumento en el mundo. “Se cree que cerca de 70 millones de
personas son asexuales lo que hace pensar que en el futuro el concepto del sexo
cambiará. Esta gente no está mal, ni tiene motivos religiosos ni morales,
simplemente no sienten ningún tipo de atracción sexual, funcionan diferente”.
Un estudio publicado en The Journal
of Sex Research con 18.000 personas constató que el 1% de los encuestados nunca
había sentido atracción sexual. Otra investigación publicada en el Review of
General Psychology dice que la asexualidad es una falta de atracción sexual,
“no es que sean célibes o no románticas”.
Carrigan explica que hay dos tipos de
asexuales, los románticos y los no románticos: “Unos buscan sentimientos,
alguien que los quiera, que comparta cosas de su vida, pero que no les pida
intimidad; los no románticos no quieren ningún tipo de relación sentimental”.
Sin embargo, algunos sexólogos no
creen que exista la asexualidad. “El sexo tiene muchos matices y sólo con el
hecho de que exista el deseo o fantasías o ya hay sexualidad. No querer
intimidad o tener relaciones es otra cosa, cuyas causas pueden ser causadas por
educación, algún hecho traumático o alguna disfunción física”, explica Javier
Méndez, sexólogo chileno.
Una mujer, miembro de Aven, rechaza
esta postura y dice que “hay personas que como ella hay cientos de personas que
tuvieron una niñez feliz y normal, pero que decidieron explorar otras formas de
sentir y no están relacionadas con el sexo”.
Según cifras…
Según encuestas, la media anual de
relaciones sexuales es de 103.
La diferencia entre la frecuencia
masculina y femenina es mínima. Ellos, 104 y Ellas, 101.
5% de los adultos dice tener sexo
diariamente.
Edición:
@yeilertapias
Tomado
del periódico El Espectador.
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