Grindr,
Bender, Manhunt, Gayromeo, Bakala son
formas de conexión más rápida que acudir a un bar, video o sauna.
En los últimos días, la
gente de “Opinión Gay” se ha puesto a
la tarea de comparar estadísticas sobre cuáles son los métodos que la gente gay
utiliza para ligar personas con el fin de obtener sexo express, amistad, rumba
o relación estable y como ha sido el crecimiento o declive de los sitios para
publico LGBT en América Anglo, Latina y Europa.
Lo increíble es que
el sondeo arroja que desde Estados Unidos el declive del ambiente homosexual en
dos de las ciudades más gays del planeta es evidente, por ejemplo, en San
Francisco el número de establecimientos dirigidos al público gay ha disminuido
desde los 118 a 33 y en Nueva York se ha reducido 86 a 44.
En países como Italia
es más que evidente que los sitios de ambiente fuera de Roma están copados por
personas que sobrepasan los 40, en parte, porque muchos de ellos están
dedicados exclusivamente al sexo.
Según el análisis la
primera razón aparente podría ser la recesión económica en todo el mundo, pero
es más que obvio que los bares, tanto homosexuales como heterosexuales, han
sido, sobre todo un punto de encuentro: social, por un lado, pero también
sexual.
Desde la
generalización de internet proliferaron en la red sitios como Gaydar,
Bakala.org, Gayromeo, Manhunt, Tuamo… que facilitaban el encuentro fuera de las
horas de salir, pero también en lugares donde no había concentración de
población, y, por tanto, tampoco sitios gays.
Con la llegada de los
smartphones o teléfonos inteligentes, la
aparición de Girndr y Bender ha sido toda una explosión. Así, es realmente
fácil encontrarse con alguien cercano que comparte tu orientación sexual,
incluso si uno sale por ahí con amigos heterosexuales y sigue su ruta.
Teniendo en cuenta
semejantes facilidades es de comprender que, por ejemplo, aquellos que viven en
núcleos rurales no se den el paseo hasta la ciudad más cercana el sábado o que
aquellos que viven en las grandes urbes no tengan que elegir ir a la disco los
fines de semana cuando disponen de una herramienta para conocer gente las 24
horas del día.
Este hecho, sin duda,
he celebrado por algunos que consideran el ambiente como un gueto, pero también
hay que recordar que iconos como el barrio de Chueca han contribuido a la
visualización de los LGBT en España y, a partir de ello, a su relativa
normalización.
El hecho de que hubiera sitios gays en otras ciudades más
pequeñas contribuían a la visualización, pues la generación más joven tenía un
lugar donde acudir con menos sentido de culpa que de los otras anteriores.
Hay quien apunta que
no es necesario ser apocalípticos, que lo mismo ocurrió en los años 80 con la
epidemia del VIH, y, sin embargo, en la década de los 90 se produjo una proliferación
planetaria de locales. Y es que, a menudo, olvidamos que la vida es cíclica,
que se lo digan a los economistas.
Texto:
@LGBTopina
Fotos:
Google.
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